Esta Semana Santa fuimos a París. Hemos traído en la memoria todo tipo de recuerdos, pero para mí el mejor, sin duda, la Creme Brûlée que comimos de postre en un restaurante del barrio latino. Me supo a gloria y pensé que no podía tardar mucho tiempo en intentar hacerlo, para poder recordar aquel sabor tan característico y saber si me había salido como debía de ser. Creo que lo he conseguido, bueno por supuesto gracias a http://cocinandoconneusconthermomix.blogspot.com.es . Yo la adaptado un poco a lo que tenía en la nevera y aún así ha salido buenísima.
Hay diversas opiniones sobre el origen de esta crema quemada. Los ingleses dicen que fue inventado por ellos en el Trinity College en Cambridge. Otros que proviene de la crema catalana. En fin, venga de donde venga, a mi me encanta. No he probado a hacerla sin Thermomix, lo haré más adelante y por supuesto la compartiré con vosotros. Por ahora os dejo la versión de Thermomix.
INGREDIENTES:
- 60 gr de azúcar moreno.
- 300 gr de leche entera
- 200 gr de nata líquida
- 80 gr de azúcar blanca.
- 1 vaina de vaninilla
- 4 huevos
Sin lavar el vaso añadimos la leche, la nata y el azúcar blanco y programamos 6 minutos, temperatura 70º, velocidad 1.
Hacemos un corte a la vaina de vainilla a lo largo pero sin partirla por la mitad, sacamos la pulpa con una cucharita y echamos en el vaso, la pulpa y la vaina abierta. Programamos 6 minutos, temperatura 100º, velocidad1, sin poner el cubilete.
Colamos el contenido del vaso en un bol y dejamos enfriar. Cuando esté frío retiramos la vaina de vainilla y pasamos la mezcla a una jarra.
Ponemos la mariposa en el vaso limpio y añadimos los huevos y programamos 1 minuto, velocidad 4.
A continuación programamos velocidad 3 sin tiempo y vamos echando la leche vainillada fría por el bocal poco a poco.
Programamos 8 minutos, temperatura 70º, velocidad 2.
Volvemos a programar 8 minutos, temperatura 80º, velocidad 2.
Volcamos la mezcla en los recipientes escogidos y una vez fríos reservamos en el frigorífico hasta la hora del postre.
Ahora le ponemos una fina capa del azúcar moreno pulverizado que teníamos reservado y con la ayuda de un soplete de cocina vamos quemando.
El resultado delicioso.!!
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